Adaptación Cultural
Es probable que llegaras aquí porque eres un ATCK (adult Third Culture Kid o hijo de la tercera cultura adulto), alumno internacional/de intercambio, inmigrante, expatriado o repatriado que se ha estado sintiendo:
Fatigado mentalmente, confundido o desorientado, lo que te lleva a tener dificultades para concentrarte o llevar a cabo tus tareas habituales.
Mal físicamente (con diversos dolores, cambios indeseados en el apetito o sueño, tenso, etc.) o más enfermizo de lo normal.
Triste, desesperanzado o solo.
Excesivamente preocupado por cosas como la limpieza, la salud o la seguridad.
Inusualmente irritable, a la defensiva u hostil.
Fuera de lugar y extremadamente nostálgico.
Sea como sea que llegaste hasta aquí, me alegra que lo hicieras. Continúa leyendo para ver si mi trabajo con dificultades de adaptación cultural podría ayudarte.
Trasladarse a nuevo país por primera vez o regresar al país de origen luego de un período en el exterior puede ser emocionante y estresante al mismo tiempo. Mientras que por un lado puede que valores todo lo que hay por descubrir o te sientas agradecido de volver a tus raíces, por el otro es probable que también te sientas solo, fuera de control, o frustrado.
Si bien estos sentimientos son parte normal del choque cultural y del proceso de adaptación, podrías estar necesitando ayuda profesional si éstos no mejoran con el paso del tiempo, gatillan problemas de salud mental, o si simplemente preferirías transitar este cambio acompañado.
Es posible que a causa de dificultades de adaptación cultural:
Te sientas indefenso o atrapado por barreras culturales o de comunicación.
Te cuestiones o arrepientas de tu decisión de trasladarte y fantasees con estar en otro lugar.
Desarrolles una visión excesivamente negativa del lugar en el que vives actualmente o idealices el lugar que dejaste atrás (“aquí todo es malo, allá todo era mejor”).
Te aísles de otros en el lugar en el que vives o en el exterior a causa de sentirte fuera de lugar, olvidado o rechazado; o te enfoques excesivamente en mantener relaciones a distancia en detrimento de tus vínculos locales.
Te sientas más inseguro de lo habitual, dudes de ti mismo o cuestiones tus convicciones (por ejemplo, en relación con los roles de género, tu religión o código moral).
Te averguence tener dificultades con el traslado, haber cambiado o tener sentimientos encontrados hacia la cultura local.
Si te sientes identificado, es probable que necesites un espacio abierto y libre de juicios para darle sentido a este cambio e integrar los distintos aspectos de tu experiencia multicultural.
Sé lo que es crecer en una cultura distinta a la de los padres y trasladarse a un país extranjero como adulto. Creo que las transiciones interculturales pueden ser una experiencia única de descubrimiento y crecimiento personal y juntos podemos trabajar para:
Identificar tus necesidades físicas, mentales, emocionales, sociales o espirituales que han quedado de lado y mejorar tu autocuidado.
Desarrollar estrategias de afrontamiento para manejar síntomas ansiosos o depresivos.
Reconocer y hacer el duelo por pérdidas sin resolver (ej. la pérdida de un idioma, forma de vida, geografía, roles, etc.).
Explorar tus dificultades para entablar o mantener relaciones y fortalecer tu habilidad para conectarte con otros de manera significativa en el lugar en el que vives y en el exterior.
Apoyar el desarrollo de una identidad multicultural que integre tu diversidad de experiencias y valores.