Depresión y Trastornos del Ánimo

Posiblemente llegaste a esta página porque:

  • Has notado cambios en tu ánimo (ej. tristeza persistente, aplanamiento emocional, irritabilidad o inestabilidad) que interfieren con tus actividades normales.

  • Te sientes pesado, lento o con poca energía, lo que te dificulta las tareas cotidianas.

  • Has dejado de disfrutar o sentir interés por cosas que solían gustarte.

  • Te sientes vacío, desmotivado, desesperanzado o pesimista sobre el futuro.

  • Tienes dificultades para enfocarte, concentrarte o pensar con claridad a un punto que interfiere con tus compromisos o relaciones.

  • Tienes pensamientos frecuentes sobre lastimarte, la muerte o morirte (si en este momento estás teniendo pensamientos suicidas, por favor cuéntale a alguien de tu confianza, anda al servicio de urgencias más cercano, o llama a una línea de crisis y emergencias).

Sea como sea que llegaste hasta aquí, me alegra que lo hicieras. Continúa leyendo para ver si mi atención en depresión y trastornos del ánimo podría ayudarte.

Todos nos sentimos tristes, irritables o mal genio de vez en cuando. Sin embargo, cambios persistentes o severos en tu estado anímico—ya sea hacia el polo triste/irritable o una alternación entre la depresión y la euforia—podrían estar indicando un trastorno del ánimo.

Es posible que debido a desajustes anímicos te sientas:

  • Ajeno a tí mismo, como si estuvieras perdiendo la persona que solías ser o como que no sabes quién eres más allá de la volatilidad de tus emociones.

  • Bombardeado por pensamientos dolorosamente negativos que dicen que eres una carga, inútil o que no tienes valor.

  • Avergonzado o culpable por tu incapacidad para desempeñarte como te gustaría, lo que te lleva a cuestionar tus capacidades.

  • Aislado de tu familia, amigos o colegas, a fin de guardar energía emocional/mental, proteger a otros de tus síntomas, o evitar sus cuestionamientos.

  • Quebrado o pesado al punto de preguntarte cuánto tiempo más puedes seguir así.

Si te sientes identificado, probablemente necesites un espacio para sentir tus emociones, explorar y sanar las partes dolorosas de tu experiencia, y construir una vida que valga la pena vivir.

Acojo tus fragilidades sin juicios, creo firmemente en tu potencial, y juntos podemos trabajar para:

  • Suavizar tu dolor para que el día a día comience a sentirse más llevadero.

  • Identificar los eventos que desencadenaron cambios en tu estado de ánimo y encontrar formas para cambiarlos, adaptarte a ellos o aceptarlos.

  • Desarrollar habilidades de afrontamiento y resolución de problemas para manejar tus síntomas actuales y desafíos futuros.

  • Reconocer y cambiar los pensamientos y conductas que te mantienen sintiéndote incapaz o desesperanzado.

  • Recuperar tu sentido de valor, placer y control.

  • Conectarte con un propósito que vaya más allá de la mera supervivencia y de un sentido a tu recuperación y futuro.

Si este es el tipo de ayuda que has estado buscando…